Luto en la ciencia: muere Julieta Fierro, voz de la astronomía en México

CDMX a 19 de septiembre, 2025.- Julieta Norma Fierro Gossman, nacida en la Ciudad de México en 1948, dedicó toda su vida a descifrar el cosmos y a compartir sus secretos con quienes alguna vez pensaron que las estrellas eran solo para mirar, no para entender. Este 19 de septiembre de 2025, el mundo científico mexicano se cubrió de luto: la UNAM confirmó la muerte de Fierro, a los 77 años.

Desde pequeña soñaba con ser cirquera, idea que dejó paso a una pasión mucho más grande: la ciencia. Estudió Física en la UNAM, hizo una maestría en Astrofísica, se especializó en materia interestelar y en los misterios del Sistema Solar. Fue investigadora titular del Instituto de Astronomía de la UNAM, profesora en la Facultad de Ciencias, y ocupó la Silla XXV en la Academia Mexicana de la Lengua.

Lo que hacía especial a Julieta Fierro no era solo su brillante trayectoria académica, sino su forma de transformar lo complejo en algo accesible, amable, incluso divertido. Decenas de conferencias, programas de radio y televisión, exposiciones, libros, talleres, museos: todo al servicio de llevar la ciencia hasta donde estuviera el público, especialmente niñas, niños y jóvenes. Se le vio con vestidos largos, sombreros decorados, a veces en patines, recorriendo la Feria del Libro Infantil y Juvenil para invitar a participar a quienes se sienten raros hablando de estrellas o galaxias.

Su obra literaria es vasta: publicó más de 40 libros, de los cuales alrededor de 23 están dedicados a la divulgación científica. Algunos títulos destacados son La astronomía de México (2001), Cartas Astrales: un romance científico del tercer tipo (2006) y La familia del sol (1990). También escribió artículos técnicos, colaboró en materiales escolares, incluso publicó un texto en maya.

Su labor recibió reconocimientos nacionales e internacionales: Premio Kalinga de la UNESCO, Medalla al Mérito en Ciencias “Ingeniero Mario Molina” (2021), inclusión como miembro honorario de la Academia Americana de Artes y Ciencias, doctorados honoris causa, premios de divulgación científica… En su honor nombraron una especie de luciérnaga: Pyropyga julietafierroae.

Julieta Fierro creía que la divulgación de la ciencia era una forma de justicia: acercar el conocimiento, abrir puertas, inspirar sueños. Muchos la recordarán como una voz entrañable, sensible, lúcida; alguien capaz de transformar una charla sobre nebulosas en una experiencia que eleva la mirada al cielo y al mismo tiempo al corazón. Aunque ya no esté entre nosotros, su legado sigue vivo en cada libro leído, cada alumno motivado, cada niña que ahora se atreve a mirar las estrellas no como un espectáculo lejano, sino como algo con lo que dialogar.

 

 

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