La industria de la música en vivo está viviendo una sacudida legal sin precedentes. La Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos, junto con siete estados, ha demandado a Ticketmaster y su empresa matriz, Live Nation, acusándolas de prácticas comerciales engañosas y de permitir la reventa masiva de boletos a precios inflados.
Según la demanda, entre 2019 y 2024, Ticketmaster permitió que revendedores utilizaran bots y múltiples cuentas falsas para adquirir millones de boletos, superando los límites de compra establecidos por los artistas. Estos boletos luego eran revendidos en el mercado secundario a precios significativamente más altos, sin que Ticketmaster tomara medidas efectivas para detener estas prácticas.
Además, la FTC acusa a Ticketmaster de utilizar tácticas de precios engañosos, como el «cambio de cebo y cambio», donde los precios anunciados inicialmente eran más bajos que los precios finales, una vez que se añadían tarifas ocultas. Estas prácticas violan la Ley de Ventas de Boletos en Línea Mejoradas (BOTS Act) y otras leyes de protección al consumidor.
Esta demanda se suma a una serie de controversias previas que han puesto a Ticketmaster y Live Nation bajo el microscopio. Desde el colapso de la venta de boletos para el «Eras Tour» de Taylor Swift en 2022 hasta acusaciones de monopolio por parte del Departamento de Justicia, la presión sobre estas empresas está en aumento.
Los consumidores afectados por estas prácticas pueden esperar una resolución que busque no solo sancionar a las empresas, sino también implementar medidas que aseguren una mayor transparencia y equidad en la venta de boletos para eventos en vivo.